Cremación de miel: notas prácticas y recomendaciones
Cremar la miel es una forma sencilla de lograr este objetivo. Todo lo que se necesita es un poco de ganas, un buen equipo y un mínimo de empeño para promocionar la crema de miel.
¿Para qué cremar de miel?
Entre muchos apicultores persiste la creencia de que la miel sólo puede ofrecerse en forma fluyente fresca o cristalizada madura. Nada más lejos de la realidad. Una forma igualmente natural en cuanto a su composición y propiedades es la crema. Esta consistencia se consigue batiendo mecánicamente en equipos profesionales. La miel cremosa presenta muchas ventajas. Una de ellas es la ampliación de la oferta de productos, mencionada en la introducción, pero también su diversificación y la posibilidad de obtener ganancias adicionales. Después de todo, no debería sorprender a nadie que el esfuerzo adicional y la inversión en equipos se reflejen directamente en un mayor precio unitario por cada envase de contenido dulce.
Cremación de miel: ¿cómo no hacerlo?
La mejor forma de cremar la miel es utilizar un equipo especializado. Los métodos con cubo y taladro parecen buenos para los aficionados con pocas colmenas. No obstante, presentan una serie de desventajas. Hay que acordarse de mezclar manualmente el contenido del recipiente durante varios días, preferiblemente cada hora. Esto se convierte en una enorme pérdida de tiempo y energía, que podrían dedicarse a usos mucho más prácticos. Para colmo, la miel cremada de este modo no suele ser de gran calidad. Un defecto típico son los notables bultos que presenta. Su presencia lleva a los consumidores a buscar otros colmenares donde la crema se produzca de forma profesional.
Maquinaria especializada para la cremación de la miel
Nuestra oferta incluye dispositivos para colmenares pequeños y medianos con depósitos de 50 a 100 litros. También hay cremadoras que ofrecen una eficiencia mucho mayor. Pueden equiparse con depósitos de 150 o incluso 200 litros. Algunos modelos tienen Doble Pared aislante, otros no. Se recomienda calentar la miel durante el proceso de cremado a unos 30°C en 2 casos. En primer lugar, al principio, cuando la miel con la que se ha vertido en la cremadora ha cristalizado mucho. Y en segundo lugar, unas horas antes de verterlo en tarros. Así, el embalaje se realiza rápidamente y, además, el producto final adquiere el atributo de esponjosidad adicional, sedosidad. Puede obtener más información sobre métodos profesionales, prácticos y eficaces de cremar miel en el siguiente vídeo
Ficha técnica
Referencias específicas
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